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Criando a los hijos en amor

Foto del escritor: Cristo para Todas Las NacionesCristo para Todas Las Naciones

Actualizado: 9 abr 2020

No hay libros ni fórmulas perfectas, ya que desde nuestra complejidad humana, cada niño es único y maravilloso. Sin embargo, existen principios básicos que son necesarios considerarlos para incorporarlos en las familias y ayudarlas a que estas se solidifiquen en fundamentos de amor, solidaridad, comprensión y respeto.


Esta es una tarea hermosa que debes aprender a disfrutar y asumir con responsabilidad, desde la concepción de entender a los hijos como una “bendición” y no como una “carga”.


Principio 1: COMPROMISO

La palabra “compromiso” se entiende como la “obligación contraída por una persona que se compromete o es comprometida a algo”. Si partimos de esta premisa, entendemos que cuando nos comprometemos con alguien, en este caso, con nuestros hijos, nos estamos proyectando hacia un futuro que no será igual al presente, y en este vínculo debemos asegurarnos que estaremos presentes, dando lo mejor de nosotros, siendo solidarios con ellos a pesar de que ellos no estén en condiciones de darnos lo que nosotros esperamos a cambio. Este compromiso implica una entrega de nuestra parte.

Principio 2: TIEMPO Y COMUNICACIÓN

A todos nos gustaría pasar más tiempo con nuestros hijos, pero la gran pregunta es ¿cómo hacernos el tiempo en una rutina que es demandante y agotadora? Propóngase al menos pasar 15 minutos cada día con cada uno de sus hijos, por separado. Que su hijo sepa que existe ese tiempo entre él y usted. Demuestre más afecto!, recuerde que la TV o internet no abrazan ni sonríen, así que hágalo más seguido. Propóngase conocer más y aprender sobre las cosas que su hijo demuestra interés, como por ejemplo, en un deporte que practica. Esta complicidad genera una empatía que ayuda a que el niño sienta confianza en el adulto que lo honra con su atención y dedicación.


Principio 3: DISCIPLINA

La disciplina es parte de la crianza, porque la desobediencia es parte de la vida. Tenemos una tendencia natural hacia “lo malo” y justamente por esta condición, el orientar a los niños desde pequeños a asumir ciertas reglas o prácticas, estas deben estar pautados desde el bienestar y el amor: cumplimos estas reglas porque son buenas para nosotros, para que nos “llevemos bien”. Si queremos enseñar a nuestros hijos a “ser responsables de sus malos actos” la estrategia tiene que ser disciplinar a través de las consecuencias lógicas de estas malas acciones, y a su vez, les estamos enseñando las realidades de la vida adulta.

Principio 4: RECONOCIMIENTO

El ayudar a nuestros hijos a construir su autoestima es una responsabilidad que recae en nosotros como padres. Hágale saber que lo ama incondicionalmente. Hágale saber que es especial y hónrelo en las situaciones que lo ameriten. Amelo con palabras y acciones. Cumpla las promesas que le hace. Hágale saber que hay límites y reglas que cumplir, y que estas son buenas para él. No espere cosas imposibles. Ayúdelo a desarrollar los talentos especiales que tiene y a no frustrarse por lo que no puede lograr. Pida perdón cuando cometa un error. Esto demostrará que “errar es humano” y que perdonar es algo maravilloso que trae restauración. Use siempre las palabras mágicas: por favor y gracias. Los buenos modales son fundamentales para el reconocimiento.


Principio 5: MANEJO DE CRISIS

Aprender a manejar los conflictos es realmente una de las tareas más desafiantes en el proceso de educar a los hijos. La salud de nuestra familia no depende de si en ella hay o no conflictos, sino que esta depende de la forma en que se los maneja. Demuestre respeto a sus hijos y a sus familiares cercanos. Predique con el ejemplo.Frente al conflicto, intente identificar su raíz, cuál es el verdadero motivo por el cual discuten.No evada el conflicto. Un ejemplo es hacerse el ofendido y no querer hablar. Es una mala costumbre que se contagia y finalmente si no se comunican entre sí, el problema nunca podrá solucionarse.Busquen las opciones para encontrar una solución en donde no haya “un ganador” y “un perdedor”. Piensen en la posibilidad que todos puedan llegar a un acuerdo.


Este es el momento para poder comenzar a involucrarse e intervenir en la vida de los hijos de manera saludable y positiva. Analizando esto cinco principios mencionados, estos le ayudarán a evaluarse en este rol que cumples. Recuerde que cuanto más tiempo compartas con ellos más oportunidades tendrás de enseñarles y prepararlos para la vida.


Extracto de artículo escrito por Equipo Vivenciar – Adaptación / para Vivenciar.net


 

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