Superando la Ansiedad
- Cristo para Todas Las Naciones
- hace 2 horas
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En todas partes vemos personas sufriendo los estragos de la ansiedad ocasionada por las presiones del trabajo y la familia. Tal parece que no somos capaces de descansar. ¿Por qué hay tanta ansiedad? ¿Por qué no estamos dominando nuestros temores y preocupaciones?
No sólo vivimos en una era de disturbios, trastornos políticos, crisis sociales y ambientales, sino también en una era de mentes mal manejadas. El descontrol y la desorientación están destruyendo la vida de miles de seres esclavizados por algún temor irracional como consecuencia de un estado ansioso que le genera desdicha y hace improductiva la vida.
Los temores innecesarios nos roban la felicidad, alteran nuestra personalidad y envenenan la mente y el cuerpo. La gente tiene problemas. Pocas afirmaciones hay más trilladas que esta, pero al mismo tiempo más trágicamente cierta. Sin excepción la gente tiene problemas.
La vida tiene momentos agradables, sin duda, experiencias de alegría y euforia; pero la existencia humana ofrece también la otra cara de la moneda: la soledad, la enfermedad, el odio, la depresión, el aburrimiento, la aflicción, la inferioridad, el desespero y la ansiedad.
¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
La ansiedad es un sentimiento engendrado por alguna amenaza, un sentimiento de aprehensión y presión, una sensación de hallarse emocionalmente bloqueado o atrapado.
En sus formas más atenuadas la ansiedad provoca una reacción de tensión; en sus formas más extremas, puede causar una reacción de pánico. En este último caso, la persona huye, retrocede ante algún temor concreto o algún peligro inexplicable de forma tan extrema que puede desembocar en un estado de inmovilidad, como si estuviera helada. Es esta reacción lo que se llama ansiedad.
SUGERENCIAS PRÁCTICAS
La paz del alma es el mayor bien de tu vida. Seguidamente encontrarás algunos consejos para trabajar en ella:
Busca ayuda especializada para empezar a atender esta situación en tu vida.
Anhela la paz de todo corazón.
Simplifica tu vida suprimiendo las complicaciones inútiles.
No emprendas nada que impida tu serenidad.
Aprende el arte de descansar.
Domina la técnica de trabajar sin tensión.
Cultiva el buen humor.
Trata con bondad a todo el mundo.
Busca al Señor y Su Palabra, reflexiona en ella.
No te precipites.
Haz planes concretos para llegar a los sitios antes de la hora.
Perdona ampliamente y de todo corazón.
Aléjate de las personas violentas y vengativas.
Mira siempre el lado hermoso de la vida.
Recuerda que la paz del alma es mejor que la fama, el dinero y la popularidad.
Al luchar contra la ansiedad, hay que tener en cuenta la validez del acto de dar gracias. Cabe señalar que Cristo mismo daba gracias continuamente en esos momentos que nosotros llamaríamos de ansiedad.
Jesús dijo: “Padre te doy gracias porque Tú me has oído” Qué declaración más profunda, El realizó un acto de acción de gracias referido al pasado en un momento en que deseaba que se desvaneciera de su mente dudas y temores sobre el futuro. Podríamos llamarlo afirmación de agradecimiento.
Es una buena actitud comenzar el día agradeciendo a Dios por sus muchas bendiciones del pasado. ¿Podría algún acto disipar los sentimientos de ansiedad más que éste, afirmar el agradecimiento por lo que Dios ha hecho en el pasado? Dios no ha cambiado, de modo que podemos ir al encuentro del presente y enfrentar al futuro en la confianza que El quien ha velado por nosotros en el pasado, estará junto a nosotros ahora.
Cristo Para Todas Las Naciones / extracto y adaptación del folleto "Superando la ansiedad".
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