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Foto del escritorCristo para Todas Las Naciones

Joven, Sé Paciente



Si en algo le he servido a la humanidad se debe a la paciencia de mi pensamiento.

Sir Isaac Newton, físico, matemático y astrónomo inglés.



A veces los adultos sobre presionan a los jóvenes para elegir una carrera o profesión, o dan demasiados consejos sobre un tema de la vida. Todo esto puede ocasionar malestar si el joven no se toma el tiempo para reflexionar en todo esto. Joven, pareciera que se sobrecargan, sin embargo, lo que hacen es compartir contigo lo que la vida les ha enseñado; y de todo lo que dicen, algo o mucho puede serte útil.


En cuanto a las oportunidades en la vida, ojalá hubiera una “farmacia especial” donde vendieran cápsulas para las diferentes clases de oficios, aptitudes, talentos, profesiones y trabajos en el mundo. ¡Qué bueno sería poder escoger el frasco apropiado y al instante un médico, o un maestro, o un ingeniero, un agrónomo, un piloto o cualquier otra clase de profesión u oficio!


Pero menos mal que no es así, porque hay suficientes cosas instantáneas para añadir otra a esa lista, y es que se trata de nuestras vidas y lo que podemos hacer por las vidas de otros. Mejor es vivir en un mundo donde puedes desarrollar pacientemente tus habilidades en relación con otros, como tu familia y tus amigos. La idea del facilismo distorsiona las leyes de la naturaleza. ¿No te has fijado en la diferencia entre la maleza y un árbol? La maleza nace hoy, mañana florece y pasado mañana muere y deja de existir. En cambio un árbol nace y crece lentamente pero por muchos años da sombra e irradia su belleza. Tú eres como

un árbol.


¿Cómo enfrentas los grandes desafíos en la vida? Descubre a través de las experiencias los talentos que tienes, utilízalos y ponlos al servicio de la humanidad, de tu país, tu comunidad, tus amistades, tu familia y desde luego, también de tu propia persona. Dios nos hizo como somos para ser parte útil en la vida de los demás. En el proceso, tienes aprende a ser honesto, responsable y sobre todo consciente de la presencia de Dios, tu Creador, en tu vida.


Por eso, si llegas a ser ingeniero, por ejemplo, tu trabajo será para el beneficio de los que usarán o aprovecharán las obras. Si llegas a ser conductor de un transporte público, tendrás en tus manos la responsabilidad de llevar y traer personas. Si llegas a ser médico, velarás por la salud de otros. Si llegas a ser piloto de un avión, las vidas de muchas personas estarán en tus manos. Si eres un gerente, tendrás que saber administrar con prudencia.


Ningún oficio es más que otro si tenemos la actitud de hacerlo honradamente. Claro, existen oficios que producen mucha angustia y quizás muy poca satisfacción. Esto no significa que ese trabajo no sea para ti, pero en vez de ignorar los problemas, tendrás que enfrentarlos y hasta sacarles provecho, o por lo menos, aprender a reducir la tensión que te produzcan. Lo mismo se puede aplicar a los reveses que también tendrás en la vida.


Las oportunidades para realizarte en la vida nacerán de acuerdo con tus intereses y aptitudes. Es posible que lo que hoy te interesa, lo que te conviene, o lo que escogiste para estudiar te lleve por otro camino aún más interesante, más adelante. A estas alturas no debes “tallar en piedra” tus sueños, sino explorar un poquito más las implicaciones y las posibles consecuencias de lo que te gustaría desarrollar.


Recuerda lo que quino hacer Cristóbal Colón, trató de descubrir una ruta alterna para llegar al Lejano Oriente. Actuó en forma decisiva al formar su expedición, teniendo una meta bien definida, pero, todo ese trabajo lo llevó a descubrir América, un nuevo mundo.


Algo de este evento histórico tiene una lección para ti. No es bueno andar por la vida sin rumbo fijo porque los cuatro vientos de la incertidumbre, la duda, la desesperación y el desinterés te llevarán efectivamente, “del timbo al tambo”. Más bien, preparado con una idea, una meta o con una determinación, debes emprender tu camino aún cuando pueden haber cambios favorables o desfavorables, que a estas alturas, desconoces. Allí tendrás que hacer reajustes y seguir adelante.


Todo trabajo, por más humilde que parezca, tiene su importancia. Dios nos ha dado el trabajo como una forma de desarrollarnos como personas, y así poder servirnos los unos a los otros. Él nos ofrece a diario Su orientación y Su poder para que cumplamos con todos nuestros deberes gustosa y decididamente, y también para animarnos y consolarnos cuando las cosas no estén saliendo bien.



Extracto del folleto ¿Qué quiero ser en la vida?, producido por Cristo Para Todas Las Naciones.


 

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