Ninguna crisis es agradable, pero esto no quiere decir que todas sean negativas, según como nos recuperemos de ellas, y cómo sepamos aprovecharlas, nos pueden ayudar a conocer mejor dónde estamos, y a dónde queremos llegar.
El Manejo de la Crisis
Un evento o secuencia de eventos produce una crisis; cuando ocurre una pérdida de (trabajo, un accidente, muerte de un amigo, o familiar). Cada persona involucrada en ella es afectada de una manera distinta, pero existe un patrón en las reacciones de aquella persona que sufre la crisis. En algunas tragedias, se llega al extremo de producirse un trauma bastante serio; ya sea a nivel físico o psicológico. Si no hay una resolución adecuada de las crisis en la vida, puede conducir a la persona a un deterioro psíquico a largo plazo. Una crisis es un "punto decisivo" donde hay que hacer algo.
Las crisis parecen ser inevitables. Sin embargo, éstas no siempre tienen que ser negativas. Cuando se manejan apropiadamente, pueden ayudarnos a crecer como personas; crean una situación donde podemos fortalecer nuestras relaciones interpersonales y a mejorar nuestro trabajo en equipo. Son oportunidades para el crecimiento, aunque también pueden crear situaciones de grave peligro. Superar un conflicto nos prepara para enfrentar nuevas dificultades y quizás aún evitarlas.
¿Qué puedes hacer?
Definir el problema
Es de suma importancia tener claro el problema, así que el primer paso es recolectar toda la información posible; y hacerte las siguientes preguntas:
¿Estoy consciente del problema?
¿Quiero hacer algo al respecto?
¿Me gustaría que alguien me ayudara con el problema?
¿Cómo alcanzar la sanidad emocional?
Contar la historia; definir el problema: ¿Qué pasó?
Se busca establecer que evento causó el dolor, el temor o la ira, ya sea que fue hecho a propósito u ocurrió por accidente.
Expresar las emociones relacionadas con el evento
Se busca permitir a la persona la oportunidad y el tiempo necesario, para liberar sus sentimientos, compartiéndolos con otros.
Evitar que las emociones queden atrapadas causando reacciones adversas posteriormente.
Y luego ¿Qué hacer?
Perdonar y aceptar a la persona o la circunstancia que crearon tan dolorosa circunstancia.
Aun cuando no siempre se puede encontrar la causa del problema, hay que buscar soluciones.
Examinar los riesgos de cada solución sugerida.
Fijar metas y celebrar cada logro.
Trabajar con entusiasmo y establecer un buen equipo para seguir superando la crisis.
Una crisis trae presiones, irritaciones, demandas, frustraciones, sufrimientos. Pero también provee una oportunidad para acercarse más, para cuidarse uno a los otros y para mejorar la forma en que nos relacionamos con los que queremos.
Extracto del folleto Enfrentando la Crisis, CPTLN.
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