Si un padre quiere mostrar amor hacia sus hijos, lo mejor que puede hacer es dedicarles bastante tiempo. El papá que dedica poco tiempo a sus hijos da a entender que no los valora mucho.
Hemos estado viendo que muchos padres están “ausentes” a pesar de estar físicamente presentes en el hogar, porque no llenan las necesidades emocionales de los niños. Esta falla puede ocurrir por varias razones: o el padre no dedica el tiempo adecuado a sus hijos o el padre no sabe cómo satisfacer emocionalmente a sus hijos; quizás ni se dé cuenta de que sus hijos tienen tales necesidades; o quizás el problema es que no tuvo un modelo adecuado de padre.
Si sientes que a veces eres un “padre ausente”, he aquí unas ideas que pueden ayudarte:
Ser realista. En lugar de intentar algo rápido difícil, trázate metas alcanzables en la vida. Así te alegrarás al lograr pequeños triunfos y evitarás la tensión en tu hogar.
Toma las cosas poco a poco, sin hacer “saltos” requieren demasiado esfuerzo. Empieza con sólo un área de tu vida que necesita cambios. Luego cuando hayas logrado éxito, sigue adelante con otras áreas.
No sobrecargues tu horario. Así podrás dedicarte más tiempo a la familia. Aprende a decir “no” a compromisos que reducen el tiempo que dedicas a tus hijos. Ten fuerza de voluntad.
Elimina las palabras “tengo que” y “debo” de tu vocabulario. Más bien, organiza tu vida en base a prioridades y metas que puedas alcanzar a corto y largo plazo.
Aprende a distinguir entre lo que es importante y lo que no lo es. Como dice el refrán: “evita ahogarte en un vaso de agua.”
Descansa unos minutos si te sientes muy tenso o relájate con un pequeño entretenimiento. Estas “pausas “te ayudarán a seguir adelante.
Sal de la rutina diaria. Visita un parque, el ambiente de la naturaleza te refrescará. Así no llegarás a tu hogar agobiado por los problemas y las tensiones acumuladas por el trabajo.
Al hombre le cuesta hablar de sus frustraciones y de sus angustias con su esposa o con otra persona allegada a él, pero si lo haces te sentirás más tranquilo.
Mantén una dieta balanceada y haz ejercicios con regularidad. Un cuerpo saludable podrá enfrentarse mejor a las tensiones.
Recuerda que no estás solo, Dios ha prometido acompañarte siempre, dándote tranquilidad y fortaleza en toda situación. Confía siempre en El, quien te dice: “llámame cuando estés angustiado; yo te libraré y tú me honrarás (Salmo 50:15).
Con estas y otras ideas todo padre puede reevaluar sus prioridades y sus actividades en relación con su familia. Recuerde: cuando Dios creó el mundo, apartó un día para descansar, para recobrar fuerzas y para la recreación. Su deseo es que haya un equilibrio en el uso de nuestro tiempo. Dedícale tiempo a la reflexión; la vida es dura y requiere que aprendamos a vivir con sabiduría. Dedica tiempo a Dios; Él es la fuente de toda bendición.
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