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Cimientos de una buena amistad



La amistad está apoyada en sólidos cimientos como el respeto, la confianza, la comunicación, el afecto y la empatía. Sin embargo, todo ello puede sucumbir ante los embates de los prejuicios, las distancias, las crisis, y el estresante ritmo de vida actual.

Si bien no hay reglas concretas, o recetas mágicas para crear y mantener la amistad, existen ciertas condiciones que los amigos deben tomar en cuenta si quieren que la relación perdure, crezca y se consolide.


Si usted quiere ser un buen amigo:


- Salga de su caparazón. Ahí fuera no están los peligros, sino las oportunidades de encontrarse a través de los otros.

- Valore quién es y sus habilidades. Intente saber lo que está aportando y lo que puede aportar si se lo propone.

- Cuide sus expresiones. Mantenga una actitud positiva y respetuosa. Pida lo que necesite, dé las gracias por lo que se le da, y pida disculpas si ha ofendido a alguien.

- Muéstrese como es, no como cree que los demás quieren que sea. La sinceridad comienza con uno mismo.

- Sea generoso a la hora de compartir, tanto cosas como sentimientos y opiniones.

- Dedique regularmente tiempo a sus amigos. Trasmítales, con su actitud cotidiana, que ocupan un lugar importante en su vida.

- Mime a sus amigos con interés y dedicación.

- Muestre sensibilidad y afecto. Utilice gestos amables y cariñosos. Cuando las palabras sobran, necesitamos apoyo, afecto y comprensión. “Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano.”(5- Proverbios 17:17).

- Tenga atenciones, pequeños detalles. Téngalas con todos, aunque no las tengan con usted. Dice la Biblia:

“Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué premio recibirán?” (5- Mateo 5:46).

- Actúe con humildad. No existen enojos que no puedan superarse entre amigos de verdad. Deje el orgullo a un lado, y haga lo posible por recuperar la concordia. Enseña la Biblia: “Quien pasa por alto la ofensa, crea lazos de amor; quien insiste en ella, aleja al amigo.” (5- Proverbios 17:9).

- Actúe con respeto. La amistad está fundamentada en la aceptación de los defectos y cualidades del otro. Para ser amigos hay que aceptar a las personas como son. No esperar a que sean como según nosotros deberían ser.

- Busque una buena comunicación. En cualquier relación es muy importante el diálogo para que no aparezcan malentendidos ni resentimientos.

- Valore la diversidad de ideas. Este es un aspecto que los amigos deben fomentar, ya que enriquece la amistad.

- Sea compañero. Alivie la soledad de un amigo, acompáñelo en un duelo, comparta un logro. El tiempo empleado en acompañar a un amigo es siempre bien empleado.

- Sirva a sus amigos. A los amigos se los atiende, escucha, y ayuda siempre que lo necesitan. Jesucristo, el gran amigo enseñó: “El que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, yo, el Hijo de Dios no vine para que me sirvan, sino para servir y para dar mi vida en rescate por muchos.” (Mateo 20:26-28).




El ser humano es social por naturaleza; crece y madura por el trato con otras personas. Y así como la familia nos proporciona fundamentalmente compañía, afecto cotidiano, apoyo incondicional, estabilidad emocional y una dimensión trascendental de la vida, los amigos aportan aire fresco, diversidad, entretenimiento, la posibilidad de desarrollar aficiones y de comunicarnos en un ambiente especial de cordialidad y libertad.


Pero no todos los “amigos” son iguales. No todos muestran interés por lo que nos ocurre, no todos están dispuestos a aportarnos consejo, apoyo, cercanía y afecto. En otras palabras, los buenos amigos no son muchos. Es más, bajo el nombre de amistad pueden ocultarse sus aproximaciones o modos deficientes. Los llamados amigos son muchas veces simples conocidos o también amistades agotadas.


Celebremos todos los días la amistad. Hagámoslo con alegría, fiestas y regalos. Pero también compartiendo momentos duros, espinosos, tristes. Momentos que, aunque estén regados con lágrimas y padecimientos, darán frutos de verdadera felicidad.


Extracto del folleto Cuenta Conmigo, producido por Cristo Para Todas Las Naciones -Argentina.



 

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