“¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder o se pierde a sí mismo? Lucas 9:25
Esta visión del valor humano refleja el testimonio que se encuentra a lo largo de las Escrituras: que Dios ve a todos como preciosos y valiosos y llenos de valor, como un precioso regalo dado a este mundo.
Vemos esto desde el principio donde los primeros capítulos de la Biblia son inequívocos: todos los seres humanos son creados por Dios. Génesis es claro que Dios fue y todavía es la Fuente de toda la vida en la tierra, incluyendo a cada ser humano que alguna vez ha sido creado. Solo hay un Creador y, por lo tanto, todos los humanos somos creaciones de Dios.
Se nos ha dicho que los humanos son creaciones especiales porque, a diferencia de todo lo demás, los seres humanos son creados a imagen de Dios: “Entonces dijo Dios: “¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre todo animal que repta sobre la tierra!» 27 Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó." Génesis 1: 26-27
La repetición subraya el punto: los humanos no son como otras criaturas. Los seres humanos son especiales, marcados como diferentes entre toda la creación. Dios creó toda la vida en la tierra, pero solo en los humanos Dios mismo dio Su propio aliento de vida. Como se dice unos versículos más adelante, " Entonces, del polvo de la tierra Dios el Señor formó al hombre, e infundió en su nariz aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser con vida.” (Génesis 2: 7).
Más tarde, en los Salmos, David reflexiona sobre el hecho de que Dios continúa poniendo especial cuidado en la creación de cada ser humano, maravillándose de la previsión y el cuidado y artesanía que Dios ha puesto en nuestra creación:
“Tú, Señor, diste forma a mis entrañas; tú me formaste en el vientre de mi madre! Te alabo porque tus obras son formidables, porque todo lo que haces es maravilloso. ¡De esto estoy plenamente convencido! Aunque en lo íntimo me diste forma, y en lo más secreto me fui desarrollando, nada de mi cuerpo te fue desconocido". Salmo 139: 13-15
Es increíble considerar el cuidado personal que Dios ha tenido en su creación de cada ser humano que alguna vez haya vivido. Cada persona con la que te encontrarás durante tu vida ha sido "formada" y "tejida" por el Creador, "intrincadamente trenzada” con gran cuidado por su Dios, ya sea que lo reconozcan como su Creador o no.
De hecho, es emocionante (y un poco aleccionador) considerar que Jesús mismo tiene Sus manos en la elaboración de cada uno de nosotros. Recuerda cómo Juan aclaró este importante punto acerca de la obra de Jesús, la Palabra, cuando escribió: “La Palabra estaba en el principio con Dios. Por ella fueron hechas todas las cosas. Sin ella nada fue hecho de lo que ha sido hecho.” (Juan 1: 2-3).
Es sublime reflexionar sobre lo que estos pasajes revelan sobre nuestro propio valor para Dios: Él me tejió y me tejió intrincadamente. Eso es poderoso para contemplar.
Pero también es importante permitir que el papel de Dios como Creador y Formador de todos los humanos para mostrarnos que Dios ve a todos como preciosos y valiosos y llenos con valor. Todos los que te rodean son un regalo que Dios le ha dado a este mundo.
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Crédito: Extracto del folleto Everyone is a Gift, escrito por Don Everts (autor galardonado de más de una docena de libros sobre Jesús de Nazaret y la aventura de ser uno de sus discípulos. Como ministro universitario, pastor ordenado y vecino amistoso, Don ha estado entablando conversaciones sobre Jesús durante más de 25 años), para Lutheran Hour Ministries (LHM) // Copyright © 2020 by Lutheran Hour Ministries.
Traducido al español por Cristo Para Todas Las Naciones
(subsidiaria de LHM, en Panamá).
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