Job es un conocido personaje de la Biblia que sufrió mucho. Perdió familia, salud y bienes. Job deseaba morir; no tenía ninguna esperanza de que sus problemas se solucionaran. Se sentía abandonado por Dios y no tenía condiciones de seguir luchando por la vida. En fin, estaba desesperado. ¿Ya te has sentido así? Muchas personas terminan igual de desesperadas al no encontrar una solución a sus problemas. Job recibió la ayuda de Dios, en el tiempo de Dios, y superó sus graves problemas. Te animamos a buscar a Dios. En Él encuentras esa fuerza que necesitas para sostenerte y superar lo que estés viviendo. En Jesús tienes fuente de energía, la fuerza muy presente en tiempos de dificultad.
Oremos: Señor, gracias porque estás presente. Eres mi fuerza. Amén.
Lectura: “Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna” (Salmos 73:26).
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