¿Estás animado hoy? ¿O estás desanimado? ¿Qué es lo que anima y que es lo que desanima a una persona? Sabemos que esto varía según sea el caso. Nadie de nosotros necesita desanimarse en la vida. Si el desánimo viene, acuérdate de Jesús. Él enfrentó momentos difíciles, pero tenía un objetivo muy claro: Perdonar nuestros pecados, aún si esto le costara la vida. Con certeza no fue fácil para Jesús, pero Él no se desanimó. Él hizo lo que tenía que hacer para salir victorioso. Y Él venció la muerte, resucitó y así nos dio de regalo el perdón de todos los pecados. Por eso, puedes seguir adelante, continuando con tu vida, trabajando, seguro de que estando con Jesús, todo vale la pena.
Oremos: Padre Celestial, yo te pido que alejes de mí todo el desánimo. Llena mi corazón de fe en Cristo Jesús, pues con esta fe puedo vivir feliz y realizado. Amén.
Lectura: “Por eso, así como aceptasteis al Señor Jesucristo, así también debéis vivir unidos a él, profundamente enraizados en él, firmemente fundados en él por la fe, como fuisteis enseñados, y dando siempre gracias a Dios” (Colosenses 2:6-7).
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