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Maestro dedicado

En el pasado, Dios permitió que la gente anduviera por sus propios caminos, aunque no dejó de manifestar su poder al enviarnos toda clase de bienes, pues del cielo nos viene la lluvia, que hace fructificar la tierra para nuestro sustento y alegría»

(Hechos 14:16-17)


¿Recuerdas tus tiempos de escuela? ¿Eras de los estudiantes aplicados y dedicados a aprender o todo lo contrario? A mí siempre me ha gustado aprender, pero el aspecto social de la escuela también me encantaba.


Recuerda conmigo esos días de clases. Usualmente los maestros dedicados enseñaban con esmero, compartiendo conocimiento valioso con todos los alumnos. Pero, aunque cada estudiante tiene la oportunidad de aprender, no todos aprovechan por igual.


De manera similar, Dios, como maestro dedicado, en su infinita sabiduría y amor, nos enseña a todos, cuidando de toda la creación y mostrando su bondad a través de bendiciones cotidianas, como la lluvia que hace fructificar la tierra, tal como lo señala la lectura de hoy.


Sin embargo, en el Padre Nuestro, cuando oramos "Venga a nosotros tu reino", no solo estamos pidiendo que Dios siga gobernando el mundo, sino que su gobierno de gracia nos alcance de manera personal y transformadora. Y este reino no es simplemente un poder que se ejerce desde lo alto, sino una relación viva con Dios.


Entonces, ¿Dios gobierna solo sobre los creyentes? No. Dios gobierna como Creador sobre todas las personas y todo el mundo para mantener y sostener su creación con su Reino de poder. Y el gobierno de Dios sobre los cristianos es un gobierno misericordioso y salvador, es su Reino de gracia, que anhela la resurrección del cuerpo y la restauración de toda la creación de Dios cuando Cristo regrese en su Reino de gloria. Y es Cristo, nuestro Salvador, quien nos capacita a vivir bajo este Reino de gracia, enseñándonos y guiándonos con su Palabra y fortaleciéndonos con sus Sacramentos.


Maestro dedicado y Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Gracias por enviar a Cristo, quien, mediante su obra redentora, nos capacita para vivir bajo tu reino de gracia. Ayúdanos a ser atentos y obedientes a tu enseñanza, viviendo plenamente en la esperanza de su regreso en gloria. En el nombre de Jesús. Amén.


Para reflexionar:


* ¿Cómo puedes aprovechar más plenamente el reino de gracia que Cristo te ofrece en tus relaciones y acciones diarias?


* ¿Qué cambios podrías hacer para ser un mejor estudiante del Reino de Dios y vivir según su Palabra?


Diaconisa Noemí Guerra

 

 

© Copyright 2024 Cristo Para Todas Las Naciones


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