¿Cuántas personas están dispuestas a escuchar tus problemas? Me imagino que no son muchas. Por eso no desperdicies la oportunidad que Dios te ofrece. Habla con Él. Abre tu corazón y pon delante de Él tus angustias, miedos y también tus alegrías. Él está dispuesto a escucharte y ayudarte. No caigas en la trampa de pensar que "orar es pérdida de tiempo", al contrario, orar es fundamental para la vida de cualquier persona. Cuanto más cosas tienes para hacer durante el día, más necesario es orar y pedir la ayuda de Dios. Dios te ayuda, te sostiene. Él te ayuda hoy, por eso aprovecha y habla con Dios todos los días.
Gracias Señor, porque me escuchas. Se que me amas y quieres ayudarme. Fortalece mi fe para que yo hable cada vez más contigo. Amén.
Lectura: Salmos 5:3
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