Jesús se volvió a ellos y les dijo: «Si alguno viene a mí, y no renuncia a su padre y a su madre, ni a su mujer y sus hijos, ni a sus hermanos y hermanas, y ni siquiera a su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no toma su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. Lucas 14:25b-27
Cuando mi esposo y yo estábamos visitando Israel, el guía turístico nos dio instrucciones específicas a seguir por nuestra seguridad. Debíamos estar siempre cerca de él y del grupo y seguir sus instrucciones en todo momento. Él conocía cuáles lugares eran peligrosos y sabía que rutas debíamos tomar. Un momento de la excursión se volvió un poco caótico. Mi esposo y yo estábamos algo lejos del guía así que yo comencé a caminar rápido para acercarme a él (lo que me alejó de donde estaba mi esposo) y así escuchar sus instrucciones. Cuando Jesús nos dice que debemos renunciar a nuestra familia para ser sus discípulos, no nos está diciendo que seamos crueles con ellos, sino que debemos amarlo a él primero, estar cerca de él para escuchar sus instrucciones y recibir su protección. Jesús es, por así decirlo, nuestro guía turístico en esta tierra. En su Palabra, él nos da instrucciones específicas que debemos seguir por nuestro propio bien. Nadie más puede rescatarnos de los peligros del pecado y la muerte eterna. Solamente Jesús. Él sabe cuáles lugares son peligrosos y cuáles rutas debemos tomar en nuestro camino en la tierra. Pero el discipulado y el camino de la cruz es imposible de lograr por nosotros mismos. Por eso, Cristo Jesús ha pagado el costo del discipulado por nosotros. Por su victoria en la cruz, somos libres. Jesús nos invita, entonces, a acercarnos a él en libertad para escuchar sus instrucciones y guiar nuestra vida. ORACIÓN: Jesús, gracias por invitarme a seguirte y por perdonarme cuando quito mi mirada de tu guía o me alejo de ti. Para reflexionar: * Si has tomado una excursión con un guía, ¿te fue fácil o difícil seguirle y seguir sus instrucciones? * ¿Qué has tenido que dejar de lado para que Jesús sea tu prioridad y guía de vida? Diaconisa Noemí Guerra
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