Formar una familia es todo un reto, especialmente en el mundo de hoy en que los hijos reciben gran influencia de factores externos, como los medios de comunicación, la internet, los amigos, entre otros, que compiten por la atención y el respeto de su familia, mucho más que en épocas pasadas.
Dé su mejor ejemplo
Los niños aprenden e imitan el comportamiento de los adultos, especialmente el de sus padres, por ello, se dice que las actitudes se adquieren, no se enseñan. En otras palabras, lo que usted haga será una enseñanza mucho más efectiva que lo que usted diga. Como padres el rol es especialmente importante, porque los hijos observan cada movimiento y escuchan cada palabra. En la forma que mostramos respeto a los demás y así como los tratamos, mostramos cómo queremos que los otros nos traten a nosotros.
“Ustedes como hijos amados de Dios, procuren imitarlo. Traten a todos con amor, de la misma manera que Cristo nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios”. Efesios 5:1
Aprecie a los demás
Recuerde pensar en los demás como personas, especialmente de sus familiares, resalte principalmente sus fortalezas y no las debilidades. Trate de ser comprensivo ante las exasperaciones, reconozca que todos somos seres humanos y cometemos errores. Sea un modelo de amor y perdón.
Reconozca el valor del trabajo en equipo
El trabajo en equipo ayuda a fortalecer los lazos entre los miembros y en el caso de las familias, se puede enseñar a los hijos el valor de la responsabilidad y fomentar la habilidad de trabajar bien con otros. Esto es algo que ellos usarán constantemente a lo largo de sus vidas.
Aliente, no desaliente
Los padres que hacen más énfasis en las recomendaciones que en las prohibiciones a menudo encuentran que sus hijos desarrollan un mejor sentido de autovalor. Apuntar continuamente sólo los errores, harán que los padres pierdan las oportunidades para destacar las áreas donde hay un buen comportamiento o donde se ha obtenido un logro. Un enfoque constructivo y agradable puede aumentar las fortalezas y ayuda a vencer las debilidades. Esto es mucho más efectivo que un montón de quejas y críticas no constructivas.
Prepárelos para vivir en un mundo cambiante
Sus hijos están creciendo en un mundo complejo. Ayúdelos a mantenerse en contacto con un mundo cambiante y de ese modo ellos pueden también aportar para mejores cambios.
“Dale buena educación al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás lo abandonará.”
Proverbios 22:6.
Promueva el respeto a la autoridad
La autoridad es más efectiva cuando es usada selectivamente. Un “NO!” firme debe reservarse sólo para ocasiones muy serias, y los llamados de atención deben ser siempre reforzados con una mano firme pero gentil.
Estimule su creatividad
Una vez se le preguntó a un inventor quién había contribuido mayormente a su vida de triunfos, a lo que sin dudar contestó: “Mis padres.” Los niños empiezan a mostrar curiosidad desde temprano, explorar y reunir sus propios pensamientos de forma creativa. Es parte de la forma en que han sido diseñados. Pero a menudo, nosotros, como adultos, silenciamos su creatividad reemplazándola con nuestras propias expectativas o intereses en vez de los de ellos.
No deje pasar la necesidad de perseverar
El logro requiere de sacrificio. Nadie conoce ésto mejor que los dedicados padres. Un artista devoto, un incansable escritor, y un generoso servidor público pagan el precio por alcanzar sus metas. Largas horas y frustraciones son a veces parte de lo que es necesario para poder crecer. Como padres, tendrán muchas oportunidades para alentar a sus hijos en sus esfuerzos. Asegúrese de que sus hijos sientan que todo su arduo trabajo vale el esfuerzo realizado.
“Pero el que siga firme hasta el fin se salvará”. S. Mateo 24:13 y “Dará vida eterna a quienes buscando gloria, honor e inmortalidad, perseveraron en hacer lo bueno”. Romanos 2:7.
Tome tiempo para escuchar
No todos pueden ser oradores brillantes, pero la mayoría de las personas pueden ser buenos escuchadores. Escuchar es un arte perdido en muchas familias. A menudo los miembros van en muchas direcciones a la vez. Escuche con sus ojos así como con sus oídos en otras palabras, muéstrele a su hijo que le está escuchando. Ponga atención a lo que sus seres queridos le dicen, y a lo que no le dicen, y cómo lo dicen.
Déles una visión
“El pueblo sin visión perece" Proverbios 29:18. Esto aplica seguramente a nuestra era con sus logros científicos, con los trastornos sociales, y con los avances tecnológicos. Los jóvenes necesitan ser motivados a pensar, a orar, y a trabajar en términos de un mundo en su totalidad, en vez de manera individualista. La humanidad se beneficiará y usted habrá cumplido con la tarea que Dios le ha encomendado, al cumplir con la comisión de compartir el mensaje del amor de Dios por toda las personas.
Por encima de todo, amar y ser amado.
Del folleto original “Raising your children with Respect” © 1997 Int'l LLL -Revisado 2004
por La Liga Internacional de Laicos Luteranos (Int'l LLL).
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