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Señor y no jefe


Aunque todavía no florece la higuera, ni hay uvas en los viñedos, ni hay tampoco aceitunas en los olivos, ni los campos han rendido sus cosechas; aunque no hay ovejas en los rediles ni vacas en los corrales, 18 yo me alegro por ti, Señor; ¡me regocijo en ti, Dios de mi salvación!

(Habacuc 3:17-18)


Es importante entender que Dios no es nuestro jefe. Él es nuestro Señor, lo que significa que nos da lo mejor para nosotros, aunque a veces no sea lo que queremos. Así que confiamos en su amor y sabiduría, incluso cuando lo que sucede no es lo que esperábamos.


Y es que a veces pensamos que, si seguimos los mandamientos al pie de la letra, la vida nos sonreirá constantemente, como si Dios fuera nuestro jefe y después de haber hecho nuestro trabajo esperamos recibir nuestra paga. Pero la realidad es que no podemos ser obedientes a la perfección y, aunque busquemos vivir en obediencia, los problemas y las dificultades aún se cruzan en nuestro camino.


El mismo Jesús, que fue perfecto, sufrió y murió. Esto nos enseña que obedecer a Dios no es una garantía de que no tendremos problemas. Es más bien una elección que hacemos todos los días, capacitados en nuestro Bautismo, sin importar lo que pase.


Habacuc encontraba razones para estar contento en Dios, aun cuando las cosas a su alrededor no iban bien, porque, aunque nada fuera perfecto, confiaba en que Dios lo ayudaría.


Y, sí, los mandamientos son importantes, pero no son una protección contra los problemas. Aunque tratemos de hacer lo correcto, a veces enfrentaremos dificultades. Pero aun así podemos confiar en que Dios estará con nosotros, incluso en los momentos más difíciles.


Por eso, en lugar de buscar señales externas de que todo está bien, podemos confiar en que Dios nos protegerá, incluso cuando todo parece ir mal. En él encontramos alegría y paz.


Padre nuestro, aunque las cosas no sean como nosotros queremos, ¡nos alegramos y regocijamos en ti, Dios de nuestra salvación! Amén.


Para reflexionar:


* ¿Cómo te hace sentir el saber que a pesar de seguir los mandamientos y buscar vivir en obediencia, tienes que enfrentar problemas y dificultades en la vida?


* ¿Qué significa para ti encontrar alegría y gozo en Dios, aun en medio de los problemas y desafíos de la vida?


Diaconisa Noemí Guerra

 

© Copyright 2024 Cristo Para Todas Las Naciones



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