El estrés sin dudas es una de las secuelas del siglo XX. Las sociedades cada vez son más complejas. Aumento de la población, mayor demanda laboral, etc. Las personas cada vez deben trabajar más, las familias comparten menos tiempo juntos. Es entonces cuando las preocupaciones y las ansiedades comienzan a ganar terreno. A la noche no puedes dormir pensando en todo lo que tienes que hacer al otro día, tomas mucho café, la hora del almuerzo la dedicas a hacer trámites, compras, reunión de padres del colegio de tus hijos. Sí estudias, usas ese tiempo para ver los apuntes de la clase anterior.
En fin, te sientes cansado o cansada pero no puedes dormir, cuando estás en tu trabajo piensas lo que debes hacer cuando llegues a tu casa. Cuando llegas a tu hogar, tiras las llaves, te sientas en el sillón y piensas en todo lo que debes hacer. La pregunta es: ¿Hasta cuándo vas a seguir así? ¿Piensas hacer algo para mejorar tu calidad de vida?
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la OMS, las causas particulares del estrés laboral son: exceso o escasez de trabajo, horarios estrictos o inflexibles, inseguridad laboral, malas relaciones con los compañeros y falta de apoyo por parte de la familia.
Hay muchas definiciones de estrés, pero lo más importante es, que a través de estos “síntomas” o “señales de alerta” que desarrollaremos, puedan ser de ayuda, para comprobar si estás atravesando una etapa de estrés. Lo que debemos diferenciar es que el estrés es parte de nuestras vidas, pero la condición de estar “estresado” no es una regla general. La condición de estar vivos y el estar en sociedad, ya es un hecho estresante. Debemos entender que el estrés muchas veces puede ser positivo, cuando nos impulsa a concretar nuestras tareas y sueños con esmero. Pero puede ser negativo, cuando el se apodera de nuestras emociones y pensamientos.
Debemos entender que el estrés muchas veces puede ser positivo, cuando nos impulsa a concretar nuestras tareas y sueños con esmero. Pero puede ser negativo, cuando se apodera de nuestras emociones y pensamientos.
¿QUE PUEDO HACER?
Te queremos compartir 12 principios para que hoy puedas empezar a trabajar en ellos:
Reconoce tu nivel de estrés.
Piensa antes de actuar.
Aprende a pedir ayuda.
¡Hazte cargo de tu vida!
Ocúpate de tus problemas.
Aprende a diferenciar tu estrés.
Pregúntate: ¿Quién programa tu vida?
Aprende a confiar en Dios.
Si tienes que perdonar, hazlo. Eso te liberará.
Ve por el camino del compromiso, límites y respeto.
Aligera tu carga.
Házlo hoy mismo.
Ahora llegó el momento de poner en práctica estos principios. A veces es mucho más fácil hacerlo cuanto tenemos el apoyo de un grupo o de un amigo. Te animamos a siempre buscar apoyo, ya sea de un ser querido y de un profesional en salud mental.
Extracto de artículo escrito por Lic. Sheila Baptista, Colaboradora del Vivenciar.net / para Vivenciar.net
¡QUEREMOS ESCUCHARTE!
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